martes, 27 de marzo de 2012

H La guerra civil española

El antagonismo y la bipolarización de la vida política española data desde antiguo. En realidad, según algunos historiadores, desde inicios del siglo XIX y la Constitución de Cádiz (1812). Según otros historiadores es incluso anterior. Sea como fuere, sí que es cierto que esta tensión que también se había vivido durante el bienio radical-cedista (XI-1933 a II-1936), se intensifica a partir del triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. El centro desaparece y la iniciativa política la toman los partidos de extrema izquierda y extrema derecha: por un lado comunistas, anarquistas y un sector socialista; y por otro lado la Falange y la Renovación Española. El ideal máximo de los primeros es acabar con la legalidad vigente o establecer una república de tipo soviético. Los segundos, tienen como objetivo crear un gobierno fuerte de corte fascista.

Las izquierdas esperaban la revancha y al ganar las elecciones de febrero de 1936, sus primeras medidas consisten en deshacer la obra de las derechas del período inmediatamente anterior. La respuesta de la derecha es impedir esto a toda costa.  Para ello establece una alianza con el sector militar y prepara un golpe de Estado.
La conspiración militar se materializa en un pronunciamiento el 18 de julio de 1936. Triunfa en media España, pero en ciudades tan importantes como Madrid o Barcelona, por ejemplo, no triunfa. Al no triunfar en la otra media y al obtener apoyos internacionales uno y otro bando, se inicia una sangrienta guerra civil que dejará profunda huella en la vida española durante muchos años.

Es importante, por último, subrayar que la radicalización de la vida política en esta época no es solamente algo que sólo ocurre en España. También se está produciendo en Europa. La Guerra Civil Española, desgraciadamente, no es más que el primer episodio del enfrentamiento que llevará poco tiempo más tarde, a partir de septiembre de 1939, a la II Guerra Mundial.

miércoles, 21 de marzo de 2012

A El entierro del señor de Orgaz (El Greco)

EL ENTIERRO DEL SEÑOR DE ORGAZ


A los diez años de llegar a Toledo El Greco goza ya de una importante fama en la ciudad. La Iglesia le ha escogido como su pintor y le encarga muchas de las obras que se realizan en aquellos años en la ciudad. Así surge la obra maestra de El Greco: el Entierro del señor de Orgaz. La escena fue realizada para la iglesia de Santo Tomé -de la que el pintor era parroquiano - por encargo del párroco.

El protagonista del cuadro es el señor de Orgaz. Cuando murió don Gonzalo en el año 1323 pidió ser enterrado en su parroquia, la de Santo Tomé. En el momento de enterrar su cuerpo en la fosa, aparecieron milagrosamente San Esteban y San Agustín para depositarle, siendo éste el momento elegido por el pintor.

La obra se divide claramente en dos partes. La zona inferior es la tierra. El entierro, trasladado al siglo XVI, es contemplado por muchos nobles toledanos contemporáneos de El Greco. En el primer plano el milagro, con la figura de don Gonzalo en el momento de ser depositado por los dos santos: San Agustín -vestido de obispo- que le agarra por los hombros y San Esteban -como diácono- que le sujeta por los pies. Junto a ellos un niño vestido de negro. Se supone que es Jorge Manuel, el hijo de El Greco. A la derecha hay tres sacerdotes. A la izquierda hay dos figuras con hábitos religiosos.
Tras estas figuras se encuentran los nobles toledanos que asisten al milagro. Algunos han sido identificados. Están vestidos con trajes negros y adornos en el cuello de color blanco. Sus manos indican el escaso movimiento de la escena y refuerzan la expresividad de sus rostros, en los que El Greco capta diferentes estados de ánimo.

Esta zona inferior se circunscribe claramente en un rectángulo. Las figuras son manieristas: cabeza pequeña y resto del cuerpo alargado. También, en algunas de ellas, observamos la postura o maniera típica del manierismo, por ejemplo en San Agustín o en el mismo don Gonzalo que están enterrando.
En esta parte inferior dominan tres colores: blanco, negro y dorado. Curiosamente el dorado resalta la luminosidad del blanco y la oscuridad del negro. Los detalles de las vestimentas muestran la elevada calidad de la pintura de El Greco.

La zona superior se considera el cielo o la zona de Gloria, hacia donde se dirige el alma de don Gonzalo. Se organiza como un rombo que subraya el movimiento hacia arriba. Arriba del todo está Cristo que corona la composición. Viste de blanco -símbolo de pureza- y está sentado. A su derecha vemos a la Virgen, vestida con sus colores tradicionales, azul y rojo, que simbolizan la eternidad y el sufrimiento, respectivamente. Frente a María se sitúa una figura semidesnuda: es San Juan Bautista. San Juan Bautista y la Virgen son los medios de intercesión y salvación ante Dios. De esta manera se representa una Deesis, muy habitual en el arte bizantino. En el cielo encontramos también otros santos y ángeles. Podemos destacar a San Pedro, a la izquierda, pues lleva las llaves que son su signo.

Todas estas figuras del cielo también son de cabeza pequeña y cuerpo alargado. Además las figuras de la zona superior tienen mayor movimiento que las de abajo. Los colores son mucho más variados que en la parte inferior: el amarillo, el verde o el naranja, el azul, el rojo y el blanco.

Entre ambas zonas existen numerosos nexos de unión que hacen que la obra no esté formada por dos partes aisladas entre sí. El primero viene determinado por la luz, ya que el episodio se desarrolla en un interior y la única luz existente procede de la parte superior.

A El Expolio (El Greco)

EL EXPOLIO

Fue pintado por El Greco para la sacristía de la catedral de Toledo entre los años 1577-1579, muy poco tiempo después de llegar a España. La sacristía es el lugar donde los sacerdotes se revisten antes de celebrar la eucaristía y donde se desvisten después de celebrarla. Por esta razón, este cuadro está en un lugar muy simbólico y especial para todos los sacerdotes.

Cristo es la figura central del cuadro. La de mayor tamaño, la de vestido más llamativo. Realmente Él es el centro. Está de cuerpo entero. El color rojo de su túnica es símbolo de su amor por los hombres, pero también de sufrimiento y entrega. Él va a morir por nosotros. Sin embargo, su mano dirigida a su propio pecho y su mirada ligeramente elevada hacia el cielo, muestran confianza y aceptación de la voluntad del Padre.
Lo rodean una serie de personajes envueltos en las tinieblas. Muchos de ellos están vestidos con colores más fríos, que contrastan ampliamente con los de Cristo. A muchos de ellos sólo les vemos el rostro. Son rostros individualizados, con sentimientos, con vida. El abigarramiento de las personas es muy grande y apenas no dejan ver el cielo o la tierra. Sin embargo, unas piedras al pié del pié de Cristo, nos demuestran su ser humano y que la acción sucede en un espacio absolutamente real.

Todas las figuras son plenamente manieristas. Todas muestran la cabeza pequeña y el cuerpo tan alargado y espiritual, tan falto de proporción de El Greco. Esto es muy visible en Cristo pues es la única figura de cuerpo entero, y también en el soldado que está a su lado. Además algunas figuras muestran el movimiento o las posturas extrañas, no naturales, también propias del Manierismo. Un ejemplo es la figura del soldado a la derecha que, agachado, prepara la cruz.
La luz también tiene su importancia, pues con ella los pintores iluminan aquello sobre lo que quieren llamar nuestra atención. Evidentemente aquí es Cristo, su figura, su rostro, su mano. Pero también son las personas que están cerca de El. Especialmente llama la atención de su Madre, abajo, a la izquierda.

Nos encontramos ante una de las obras maestras de El Greco, no sólo por su gran calidad técnica y artística. Sobretodo por el efecto conseguido de hacernos presente un momento tan importante de la vida de Cristo.

sábado, 17 de marzo de 2012

H La segunda república española

La proclamación de la República el día 14 de Abril de 1931 supone por primera vez en nuestra historia, el intento de instaurar en España un sistema democrático moderno. Este paso es posible porque el poder político ha pasado por primera vez a las clases medias ante la hostilidad de los grupos tradicionales y frente a las clases populares decididas a la revolución. 

La situación internacional no es en absoluto favorable para el nuevo régimen que está naciendo en España. Si lo miramos desde el punto de vista político es una etapa de debilidad de los sistemas democráticos ante el ascenso de los totalitarismos tanto de la izquierda (comunismo) como de la derecha (fascismos). Si lo miramos desde el punto de vista económico Europa vive las inevitables repercusiones de la crisis del 29. 

martes, 6 de marzo de 2012

HP El joven Gaudí y la Sagrada Familia


En un humilde y gozoso acto de fe, levantamos una inmensa mole de materia, fruto de la naturaleza y de un inconmensurable esfuerzo de la inteligencia humana constructora de  esta obra de arte. Ella, (la Sagrada Familia), "es un signo visible del Dios invisible". Con estas palabras, Benedicto XVI definió la Sagrada Familia durante su consagración como basílica el pasado 7 de noviembre de 2010. De esta manera, el sueño del joven Antonio Gaudí, se convirtió en "la catedral de Europa."

Quizás has tenido la inmensa suerte de visitar la Sagrada Familia. Quizás todavía no. En todo caso, este podcast, quiere ser como un aperitivo que te invite a conocerla. Este podcast quiere ser una invitación a que puedas unirte, aunque solamente sea a través de la red virtual, a la multitud de más de seis millones de peregrinos que, desde todos los rincones del mundo, cada día del año, hacen largas colas para visitar la Sagrada Familia.

http://www.viajeshoteles.net
El 3 de noviembre de 1883, Antonio Gaudí recibió la invitación para hacerse cargo de la construcción de la Sagrada Familia. Tenía apenas 30 años de edad. ¿Era consciente del paso que estaba dando? Como hombre de profunda fe que era, sin duda sentía la gran responsabilidad y la profunda emoción de levantar un edificio singular. Antonio Gaudí, arquitecto y creyente, quería levantar un edificio que, como todas las demás iglesias cristianas del mundo, fuera un lugar de encuentro entre el Creador y sus criaturas, tú, yo, cualquiera de nosotros.


Te deseo que este encuentro pueda producirse en ti! ¡ Ojalá tú, algún día puedas admirar este singular edificio, pasear por él, descubrir algunos de sus secretos, y estando allí, encontrarte con el Creador.

sábado, 3 de marzo de 2012

A La arquitectura renacentista en España

EL PLATERESCO

Durante los últimos años del siglo XV y el primer tercio del siglo XVI, en el reinado de los Reyes Católicos y durante los primeros años del reinado de Carlos V, todavía se construían edificios en arquitectura gótica. Sin embargo, lo novedoso, es que la decoración era ya completamente renacentista. En esta decoración abundan los grutescos, los medallones y las veneras. Es una decoración muy abundante, mucho más importante que la arquitectura.
El ejemplo más característico de esta arquitectura es la Fachada de la Universidad de Salamanca. Fue realizada por un artista desconocido en 1529. Los elementos de la arquitectura gótica pueden verse, por ejemplo, en los dos arcos inferiores de la fachada. Son dos arcos carpaneles que aparecen a finales del gótico y que posteriormente los encontramos en la arquitectura renacentista.


En el vídeo que te ofrezco puedes ver y escuchar una pequeña introducción a esta singular obra del arte plateresco español.




EL PALACIO DE CARLOS V EN GRANADA

Ya en el segundo tercio del siglo XVI se fue abandonando poco a poco la decoración plateresca y se introdujo un nuevo tipo de decoración mucho más austera. Al mismo tiempo la construcción de los edificios se hizo mucho más simple y sencilla. Puede decirse que esta fase más austera y sencilla nace como reacción a lo que algunos artistas señalaban como excesos del plateresco. Esta es la fase clasicista de la arquitectura renacentista en España.
El Palacio de Carlos V en Granada fue empezado a construir por Pedro Machuca en 1526. El arquitecto construye un palacio de una gran austeridad y sencillez, que contrasta bruscamente con la abundancia y riqueza decorativa del Palacio de la Alhambra que está justo a su lado.

Este segundo vídeo te muestra algunos de los secretos constructivos de este singular Palacio. Como puedes ver por las fechas de la construcción de ambos edificios, el inicio de los mismos fue prácticamente en el mismo año, durante el reinado de Carlos V.